La he comprado hoy en la Feria del Libro de Ocasión del Passeig de Grâcia y ha sido una revelación. Ignoraba todo lo concerniente al Proyecto de Consciencia Global. La novela se basa en lo que parece demostrar este proyecto y luego desarrolla una trama de ficción.
El profesor en la Universidad de Princeton y Doctor en Psicología Cognitiva Experimental, Roger D. Nelson es el director del Proyecto Consciencia Global. En 1980 se unió al laboratorio Princeton Engineering Anomalies Research. Su interés por la interacción cuántica entre los (las) investigadores y las partículas le llevó a estudiar la interacción entre el cerebro humano y los sistemas de medición de esta interacción. En 1997 se inició el Proyecto Conciencia Global.
Muy básicamente, consiste en una serie de 100 ordenadores instalados en diversos países del Mundo que emiten aleatoriamente ceros y unos todo el tiempo, todas las horas del año. Estadísticamente, al cabo de unos cientos de tiradas, los ceros y los unos están al 50%. La acción concentrada de investigadores parece conseguir unos picos que escapan a la estadística.
Ahora bien, en el curso de los recuentos, se dieron cuenta de que los picos se disparaban antes de catástrofes naturales o, incluso, sucesos que alterasen el estado de ánimo de grandes cantidades de personas: seísmos, inundaciones, o como el funeral de Diana de Gales (¡es cierto!). Todo aquello que focalice la atención emotiva de centenares o millares de personas.
Estas alteraciones estadísticas suceden antes del hecho en sí (antes de su materialización en el mundo tangible). En el caso del atentado contra las Torres Gemelas en el 11 de Septiembre, el intervalo anterior fue de dos horas. Naturalmente, esto provoca muchos interrogantes: ¿existen 'ondas temporales' que materializan los hechos, captables antes de su realidad en el mundo físico? ¿qué es el tiempo? ¿puede el cerebro humano adelantarse a los hechos inmediatos y 'verlos' o captarlos de alguna manera? Y, sobre todo, ¿cómo es que eso se refleja en un mecanismo inanimado, como un ordenador?
Las implicaciones son claras: si un aparato basado en microvoltajes, como un ordenador o circuito, puede captar las fluctuaciones de onda de sucesos futuros... ¿qué impide que un cerebro humano, basado en microvoltajes igualmente, los capte?
O bien, si los ordenadores están captando en realidad el efecto emocional sobre los humanos, eso significa que el cerebro humano puede captar el futuro inmediato. Y que puede interaccionar con mecanismos electrónicos.
¿Sabían que hay personas que intuyen esos mismos acontecimientos, que duermen mal antes de las desgracias, que saben que 'algo' va a pasar?
Una gran cantidad de personas tipo medio pueden afectar a los ordenadores del Proyecto Conciencia Global. Si hubiera personas con mayor energía, o con más intensidad de lo que sea que actúe sobre esos aparatos, ¿podría actuar en solitario o con un pequeño grupo, de forma significativa?
Más información en la página (donde me he asesorado): http://www.nuevagaia.com/799-crecimiento/el-proyecto-consciencia-global/
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